Tal como ha podido comunicar el periodista Chris Haynes para ESPN, el alero y factor sorpresa de Warriors desde el banquillo llegó a verse fuera del equipo.

Tanto fue así que Iguodala, según fuentes cercanas al jugador, se tomó su reunión final con Golden State como un anuncio de que se iba a Houston Rockets; pero los acontecimientos volcaron y el jugador aceptó la última oferta del campeón.

La secuencia de giros de guión se remonta a unas horas después del comienzo del mercado. Iguodala se sentía decepcionado por la propuesta inicial de su equipo: 36 millones en tres años, con el último solo parcialmente garantizado. Las pretensiones del jugador estaban más arriba, en torno a 50 millones en tres años totalmente garantizados.

Bastante había perdonado ya con su primer contrato en la Bahía y aceptando ser suplente en el esquema de Steve Kerr, parece que decía el entorno de Iggy.