Apenas se conocía la noticia del despido de David Fizdale, cuando los dedos de Dwyane Wade y LeBron James empezaban a teclear. Lo hacían en Twitter y con un denominador común: rechazo e incredulidad ante la decisión tomada por Memphis Grizzlies.
El asombro de ambos era patente. Como si hiciesen labor de equipo los dos optaban por pedir una explicación en público ante lo sucedido. El Rey incluso mostraba su malestar a título personal.La respuesta que ambos buscan no va más allá del clásico adiós de un entrenador al que no le están saliendo las cosas –han sido ocho derrotas seguidas–. Que la decisión sea más o menos acertada solo lo dirá el paso de los partidos.
Otros técnicos podrán ser despedidos, pero no recibirán el mismo apoyo de estas dos estrellas. Echando la mirada atrás, exactamente a aquellos años en los que LeBron y Wade sonreían bajo el sol de Miami, vemos que David Fizdale era uno de esos asistentes que les ayudaron a alcanzar cuatro Finales consecutivas y dos anillos. Reacción lógica ante un amigo que se queda sin trabajo.