La NBA impuso a los Lakers como multa por 500.000 con Paul George, y esa es la cantidad que Magic Johnson, presidente de la franquicia angelina, se ofrece a pagar plenamente de su bolsillo.
¿Está entonando Magic el mea culpa? Más o menos. Bajo su dirección —aún no lleva un año en el cargo— ha llegado un momento tan complicado como inesperado con la denuncia de Indiana Pacers; sin embargo, no ha sido el único de la franquicia que ha estado en contacto con George —léase Rob Pelinka—. Magic está más bien actuando como esa pieza guía que tanto necesitaban desde hace años en Los Ángeles.