Lamar Odom está acostumbrando al público NBA a declaraciones atestadas de sinceridad y autorreflexión.
“Aquel traspaso de los Lakers —salió de la franquicia a finales de 2011, con la temporada ya empezada— terminó con mi carrera y mi destino”, declaró Odom, de 37 años, recientemente a The Vertical.
“Nunca volví a ser el mismo. Estar en L.A, la estructura de la franquicia, la gente que conocí… dolió salir. Tenía grandes recuerdos con los Lakers, con Kobe y Pau. Fue un tiempo muy especial en mi vida”, recuerda el exjugador, que apunto estuvo de perder la vida en sus episodios más amistosos con los estupefacientes.
Odom salió de los Lakers en el año 2011, cuando fue traspasado a los Dallas a cambio (solo) de una trade exception de casi 9 millones de dólares. ¿Por qué soltaron los Lakers a un jugador tan importante por una compensación tan leve? La respuesta se podía encontrar solo unas semanas antes, cuando la los Lakers traspasaron (o eso creían) a Odom y conseguían a cambio a Chris Paul. Aquel traspaso a tres bandas fue vetado por la NBA y nunca llegó a certificarse. Odom, dolido con la entidad púrpura y oro por pensar en el como moneda de cambio, decidió no continuar en los Lakers: pidió ser traspasado de nuevo.
“Fui traspasado una temporada después de perder con Dallas en playoffs y de ganar el premio de Sexto Hombre del año para el equipo —Lakers—. Traspasarme después de ser el Mejor Sexto Hombre del año. ¿Que más tenía que hacer? ¿Por qué?”, expone en la actualidad Odom.
Finalmente, el exjugador y campeón de la NBA insinuó que, a su edad (37 años) todavía debería de estar jugando en la NBA. “Podría jugar. Debería estar jugando”.