Número 12 del Draft de 2016, este alero formado en Baylor está aprovechando su oportunidad. Atlanta optó por la reconstrucción y Prince ha dejado claro que quiere ser parte de ella tanto en presente como futuro.
¿Cómo lo ha hecho? Rindiendo a un altísimo nivel.
Aunque los resultados del equipo no están acompañando, sus números dan pie a pensar que puede ser un jugador más que válido para un proyecto ganador. Hablamos de 27 partidos, todos titular, para un promedio de 13 puntos, 5,3 rebotes, 2,5 asistencias y 1,1 robos en 31,1 minutos por noche; es decir, duplica lo hecho como novato.
Sus estadísticas han mejorado, pero se podría argumentar que es lógico dado que juega más minutos –y en parte así lo es–, pero tampoco se puede negar su paso al frente en el tiro. En una liga cada vez más inclinada hacia el lanzamiento exterior, Prince tiene claro que no puede quedarse atrás, algo que ha demostrado al pasar de un 32,4% en triples a un excelente 42,1%.
Prince está creciendo, y justo por ello entiende que no es momento de mirar qué está haciendo, sino de pensar qué puede hacer en años venideros. “Aún tengo 23 años, supongo que puedes decir que soy joven. Tengo un largo camino por recorrer. Tengo muchas cosas que mejorar, hay que fijarse en gente como LeBron, que mejora cada año. La gente está viendo uno de sus mejores años, y eso demuestra que nunca se puede dejar de trabajar desde el año 1 al 15”, sentencia.